El peral es un árbol frutal común en climas templados. Es familia de las rosáceas, y tiene un aproximado de 30 especies diferentes que dan frutos jugosos. El fruto del peral es la pera, que es muy comercializado, especialmente en Asia y Europa.
Características del peral
- El peral es un árbol que puede llegar a alcanzar unos 10 metros de alto mínimo y 17 metros de alto máximo. Esto en cuanto a los cosechados en cultivos, ya que los perales silvestres pueden tener unos 20 metros de alto.
- El tronco del peral es de un color oscuro, con grietas y placas nudosas, dependiendo de la variedad.
- Los perales cultivados no tienen ramas con espina, cosa que sí poseen los silvestres.
- Las hojas del peral son ovaladas y agudas, con un tamaño entre los 4 y 8 centímetros de longitud.
- Se da en climas templados, aunque tolera más el frío que el calor. Eso sí, los frutos pueden dañarse si no tienen el frío necesario en invierno y si el calor en el verano es muy elevado.
- El suelo en que deben cultivarse los perales es en uno arcilloso, con suficiente profundidad. No debe retener tanta humedad, pero tampoco ser seco.
- Tiene muchas variedades, entre las que se encuentran la blanquilla, limonera, ercolini, Bartlett, entre otras.
- La pera es un fruto muy vendido y comercializado por Asia y Europa. Se usa mucho en las cocinas y restaurantes, y tiene grandes aportes nutricionales en una dieta balanceada.
¿Cómo cultivar y cuidar el peral?
Cultivo
Si se quiere cultivar perales, la opción más acertada es a través de injertos de yema. Los patrones que se usen deben ser de otros perales que puedan encajarse bien y que se reproduzcan.
Para plantarlos, se debe respetar los espacios del árbol, porque si vas a plantar más de uno, deben tener una distancia prudencial de unos 3 metros de distancia. Las ramas no son demasiado invasivas, pero hay que vigilar que no roben el espacio del árbol vecino.
Es importante saber que el peral no resiste los fríos si florece en primavera, por lo que puede morir debido a las heladas. Esto es bueno saberlo para cultivarlo en la estación correcta, por ejemplo, en otoño.
Suelo y riego
La tierra en el que se cultivará debe tener suficiente abono orgánico para que pueda aportar todos los nutrientes que el árbol necesita. Se recomienda un poco de turba o estiércol combinado con nutrientes tales como fósforo y potasio.
Como ya hemos mencionado, el suelo más idóneo es uno que sea arcilloso, pues cuenta con mejor drenaje, haciendo que una vez regado el árbol, no quede empozado, sino con la humedad perfecta. El suelo, además, debe ser profundo y con pH de 6 o 7.
A pesar de la importancia del riego, no debe excederse, aunque debe ser consistente. Este es un árbol delicado, por lo que si bien le hace daño el calor excesivo, también el agua.

Una vez que empiece a dar frutos, las peras deben recogerse cuando su piel comience a cambiar de color. No es necesario recogerlo una vez estén maduros, ya que el cambio de color pasará de un verde oscuro a un verde claro. También, puede verse si es momento de recogerlas si el tallo cede cuando se retuerce.
Mantenimiento y cuidados del Peral
Es esencial que el peral sea podado. Una vez que tenga unos 80 centímetros de altura, casi llegando al metro, es bueno que se haga una poda inicial. Esto ayudará a que las ramas crezcan fuertes. La poda es ideal si queremos mantener el árbol sano y que florezca adecuadamente.
Desventajas
El cultivo del peral, al igual que cualquier otro tipo de agricultura, tiene sus desventajas y desafíos. Es importante tener en cuenta estos aspectos antes de embarcarse en este tipo de cultivo.
Una de las principales desventajas del cultivo del peral es la susceptibilidad a enfermedades y plagas. Los perales son propensos a sufrir ataques de insectos como el pulgón o la polilla del peral, así como enfermedades fúngicas como el mildiú polvoriento o la roya del peral. Esto puede requerir un manejo constante y cuidadoso para prevenir y controlar estas plagas y enfermedades.
Otra desventaja es que los perales requieren un clima específico para crecer adecuadamente. Necesitan una cantidad adecuada de horas frío durante el invierno para romper su período de dormancia y promover una buena floración en primavera. Además, los períodos prolongados de heladas pueden dañar las flores y afectar negativamente la producción.
Además, el cultivo del peral puede ser intensivo en mano de obra durante ciertas etapas del ciclo vegetativo, como la poda o la cosecha. Esto puede requerir una fuerza laboral considerable para llevar a cabo estas tareas.
Finalmente, también es importante considerar los retos económicos asociados con el cultivo del peral. La inversión inicial en terrenos, árboles jóvenes y equipos puede ser significativa. Además, los precios fluctuantes en el mercado pueden afectar los ingresos generados por la venta de las frutas.
A pesar de estas desventajas, muchos agricultores continúan cultivando perales debido a los beneficios y la demanda de estas frutas. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta estos aspectos y contar con un plan de gestión adecuado para maximizar el éxito en este tipo de cultivo.