El granado es uno de los árboles frutales más fáciles de cultivar en huertos y también de los más beneficiosos para la salud. Proveniente de Persia, este árbol puede alcanzar una altura de 5 metros si se deja en libertad. Es muy frondoso, con muchas ramas y algo espinoso.

Características del granado
De origen mediterráneo, el granado puede cultivarse en diferentes regiones, ya que es un árbol que se da bastante fácil aún en tierras difíciles o con condiciones de riego no óptimas.
Perteneciente a la familia Punicaceae, el granado es un árbol caducifolio con copa extendida que si se poda en cultivos puede no llegar a alcanzar los tres metros. Tiene cierto aire arbustivo, además de tener un tronco escamoso de tono grisáceo, que a su vez tiene una madera muy fuerte y resistente.
Las ramas que tiene este árbol frutal son angostas, pero con los años pueden llegar a redondearse. Hay que tener cuidado con ellas, pues en los extremos suele tener unas espinas agudas. Sus hojas tienen un color verde lustroso, y son un tanto correosas.
En cambio, las flores del granado son de color rojizo, y suelen estar en grupos de 5, y cada una posee entre 5 y 8 pétalos. Por su parte, las raíces son de tono rojizo.
A partir del granado se forma la granada, una fruta que es muy utilizada en la cocina mediterránea y que tiene muchas propiedades.
¿Cómo es el cultivo del granado?
El árbol de granado puede plantarse mediante semillas, cosa que es bastante fácil de obtener, pues la granada en su interior posee docenas de semillas que pueden limpiarse y cultivarse.
Principalmente, se debe mantener una plantación de granado a temperaturas estables, es decir, ni muy altas ni muy bajas, y con una gran exposición a la luz solar. Para que esto suceda, se pueden utilizar las ya mencionadas semillas de granada y sembrarlas en una maceta protegida del frío.
Una vez que las semillas echen raíces y vayan creciendo, se puede traspasar la pequeña planta al huerto cuando alcance unos 60 centímetros de altura. Es un árbol perfecto y resistente para las sequías.
Para el riego, es importante que no se haga en exceso, pues esto puede dañar la producción de las granadas. Dejar que sea regada por agua de lluvia y hacer buenos riegos tanto en primavera como en verano es suficiente. Esto último dependerá del desarrollo y el nivel de crecimiento del árbol.
La otra forma en la que puede cultivarse un árbol de granado es obteniendo la raíz desnuda en una maceta. Suele ser más económico, pero igual debe de poseer un espacio acorde para que florezca.
El granado puede tardar unos 2 o 3 años en echar frutos, por lo que vale ser persistente y paciente con este maravilloso árbol frutal.
La granada, fruto perfecto para la salud
Como muchos árboles frutales, lo más preciado del granado es el fruto que da. Comúnmente la granada es conocida como una fruta tropical, pero en países de Europa y en Estados Unidos también pueden cultivarse.
Entre los beneficios que aporta la granada está:
- Antioxidantes y cicatrizantes, tiene alto contenido de vitamina C y E.
- Es diurético, por lo que evita la retención de líquidos y toxinas dañinas.
- Es recomendada en dietas para bajar de peso, pues posee pocas calorías.
- Es científicamente comprobado que puede prevenir enfermedades como el cáncer de mama, pulmón, piel y próstata.